Nadia Zubareva es una escultura siberiana que crea impresionantes obras hechas principalmente de alambre de acero inoxidable y revestimiento de polímero; sus obras son expresiones únicas que exploran la figura humana de manera transparente.

Zubareva construye estas esculturas de tamaño natural en transparencia para mostrar la fisonomía humana y revelar sus emociones más profundas.

Nadia Zubareva utiliza marcos o cajas para sus esculturas hechas de alambre para simular que los cuerpos están atrapados dentro de sus estados emocionales, flotando en el limbo de un mundo interior y un mundo circulante; figuras expresivas que en ocasiones imitan el arte clásico. 

Fijados en los marcos, los cuerpos a veces están inspirados en esculturas griegas y romanas, figuras clásicas como Apolo o las Tres Gracias; pero inspiradas por el espíritu de la danza.

Cada una de sus obras cuentan con un contraste realista e intangible, un cuerpo que queda atrapado en su propio entorno, donde a medida que la luz pasa entre ellos, las emociones cambian y cada etapa del día saca nuevas sombras que transportan a un mundo estático y bello.

Ya sea que las coloque en una galería o en un entorno natural para darles dramatismo, cada forma adquiere un protagonismo digno de apreciar, pues los temas que maneja van relacionados con la vida cotidiana.

El arte que crea a partir de alambres y formas humanas se convierte en un medio de expresión que resalta los aspectos introspectivos, psicológicos y emocionales de los personajes que crea y que transporta a descubrirse interiormente.

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