Por Marcela Villagómez
Greg Davis es fotógrafo de corazón. Recibió el llamado artístico desde 1987, cuando capturaba las fotografías para el periódico de su preparatoria. Sin embargo, optó por complacer los deseos familiares y obtener un título en negocios.
Su verdadera vocación regresó, esta vez con más fuerza, unos años más tarde; luego de un complicado periodo en su vida en el que se puso a prueba su fe, decisiones, futuro e identidad. Es así que volvió a tomar su cámara para no soltarla nunca más.
Renunció a su trabajo en 2004 y recorrió el mundo por un año. Antes de los celulares y las redes sociales; solo él, su mochila y la cámara. Cuando visitó Vietnam, a los nueve meses, ocurrió algo que cambió su vida para siempre. En este país, conoció a una enigmática mujer de manos color verde/azul, una tejedora de mantas.
La imagen que capturó de sus manos consolidó su trayectoria como fotógrafo. 18 años después aun sueña con reencontrarse con esta mujer para agradecerle el nuevo rumbo que tomó su vida.
En el campo del cine, dirigió un cortometraje titulado Cloth Paper Dreams (Disponible en gaia.com y Vimeo) en 2013. En él, narra el viaje de tres hombres a Kumbh Mela en la India, donde cada 12 años tres ríos sagrados convergen en un punto. Se trata de un peregrinaje en el que los asistentes tienen la creencia de que, si beben de las tres aguas, cortarán el ciclo de reencarnación y finalmente obtendrán el descanso eterno.
Durante la filmación, capturó otra fotografía en el instante en que un hombre bebe el agua sagrada. Cuando volvió de la India, creó su primera exposición multimedia en centros culturales de Texas.
Posteriormente, Greg Davis realizó seis viajes a Oaxaca de un mes cada uno. Ama Oaxaca, su cultura y la historia. Esta fue la principal razón por la que se interesó en documentar México.
De esta forma, el fotógrafo curó y produjo Oaxacan Gold, una exhibición que, además de sus fotografías, presenta arte popular con piezas del estudio de Jacobo y María Angeles, de Carlo Magno Pedro Martínez y su hermana Magdalena que trabajan con barro negro, arte textil de Teotitlán del Valle, Alejandro Vera, tallador de máscaras de diablo de Juxtlahuaca, El Huizache de Teotitlán y la cerámica de Manos Que Ven, la compañía de danza Ballet Folklórico de Austin, que trajo danza tradicional a la exhibición y la marcas Mezcal Vago y Wahaka Mezcal.
Hubo un total de seis artistas populares en la exposición, al igual que danza folclórica de Oaxaca como la Danza de la Pluma y de Putla y comida mexicana como mole en la noche de inauguración.
Oaxacan Gold tiene el objetivo de ser educativa. Para complementar las fotografías, escribió sobre la cultura y tradiciones en español. Algunas de las fotografías como El espíritu del panteón muestran el Día de muertos, ya que considera que es la tradición más reconocida.
También fotografió la Guelaguetza en pueblos pequeños y villas, ceremonias mazatecas con hongos, los Huehuentones, la Danza de los Diablos, entre otros.
Para Greg, la fotografía te permite relacionarte con ella desde la tranquilidad y puedes imaginar una historia propia, a menos de que tengas una explicación previa de la imagen.
Su obra tiene el objetivo de recordarnos que somos parte de algo mucho más grande que nosotros mismos. El mundo está cambiando rápidamente.
El trabajo de un fotógrafo es ser un conducto de lo divino, como afirma Greg Davis.
El proyecto Oaxacan Gold es una exhibición que actualmente se encuentra en alquiler.
Para ver más de su trabajo, visita su sitio web: www.gregdavisphotography.com
En su página web puedes ver ediciones de coleccionistas disponibles.