Dentro de la fotografía de moda, los nombres más conocidos son Irving Penn, Richard Avedon, Helmut Newton, Peter Lindbergh, Nick Knight, Mario Testino, Annie Leibovitz; agregaré otro que es igual de importante y fue el primero en revolucionar a este tipo de fotografía: el Barón Adolph de Meyer.
El «Debussy» de la fotografía
Los primeros proyectos fotográficos de Meyer consistían en retratos de la aristocracia europea; él mismo perteneció a esta clase al ser esposo de Donna Olga Caracciolo, hija ilegítima de Eduardo VII.
Poco antes del estallido de la Primera Guerra Mundial, la pareja emigró a Estados Unidos, donde Meyer conoció a un visionario empresario de nombre Condé Nast. El empresario llevaba menos de cinco años a cargo de una publicación neoyorquina; no obstante, los cambios que convertirían aquella revista en la más importante de moda, ya estaban dando sus primeros frutos. Como parte de la visión de Nast, Meyer se convirtió en el primer fotógrafo de moda de la Vogue.
Movimiento y espontaneidad
El Barón Adolph de Meyer abrió el camino a los primeros fotógrafos de moda; Cecil Beaton, Edward Steichen, Martin Munkácsi; este último rompió con los paradigmas fotográficos de la época. La aportación de este fotógrafo húngaro es un elemento común en las imágenes actuales y que no se utilizaba en aquel entonces: el movimiento. También, aportó a las acartonadas y estáticas sesiones fotográficas la espontaneidad.
Asimismo, las vanguardias y corrientes artísticas siempre han estado ligadas a la fotografía, y Man Ray trajo el dadaísmo y el surrealismo a la fotografía de moda. Entre los personajes más famosos que retrató se encuentran Ernest Hemingway, Ezra Pound, Frida Kahlo, Bronislava Nijinska, Marcel Duchamp.
Por su parte, las imágenes de Louise Dahl-Wolfe se trataban de fotografías hechas desde la mirada femenina y dirigida para las mujeres. Aportó a las modelos de Harper´s Bazaar un estilo armonioso, elegante, seductor, con luz natural y paisajes al aire libre. Aunque su trabajo no es tan reconocido, Dahl-Wolfe fue la inspiración de los fotógrafos de moda más conocidos de las siguientes décadas.
Dior y un nuevo estilo
Con el surgimiento del new look de Dior, también surgieron nuevos fotógrafos de moda, entre ellos Irving Penn con su sencillez en los contenidos y la fuerza fotográfica de éstos; Richard Avedon con su espontaneidad e innovadora propuesta de llevar los retratos de moda a las calles; la trangresión y el erotismo de Helmut Newton.
Después de ellos, algunos de los fotógrafos más influyentes son David Lachapelle, creador de coloridas y extravagantes imágenes, y la especialista en puestas en escena y contar historias Annie Leibovitz; así como Nick Knight, caracterizado por su propuesta quebrantadora con la belleza convencional.
Finalmente, en 1990, Vogue publicó una portada que revolucionaría al mundo de la moda. La fotografía mostraba a Naomi Campbell, Tatjana Patiz, Christy Turlington y Linda Evangelista; la imagen pronto se convirtió en el hito que simbolizó el nacimiento de las supermodelos.
Aquella imagen le pertenecía a Peter Lindbergh, un hombre nacido en la actual Polonia. Lindbergh descubrió la fotografía durante los últimos años de su juventud; a pesar de ello, pasó a la historia como uno de los fotógrafos más importantes de la industria de la moda. Su estilo natural, siempre enaltecía la belleza natural de las modelos y la elegancia sin necesidad de adornos o lujos ostentosos.
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