Los violines, los profundos tonos de los contrabajos, y muy especialmente los instrumentos de viento personificaban entonces para mí toda la fuerza de las horas del crepúsculo. Vi todos mis colores en mi mente, estaban ante mis ojos. Líneas salvajes, casi enloquecidas se dibujaron frente a mí.
Kandinski
¿Alguna vez te has preguntado si es posible descubrir a qué suena el color amarillo, rojo, azul o verde? Sólo una mente con la extraordinaria capacidad de abstracción como la de Vasili Kandinski pudo descifrarlo.
Vasili Kandinski , quien fuera uno de los padres del arte abstracto en bellos ejercicios, visionario pintor ruso, describió el sonido de cada uno de los colores. Algo casi imposible.
Como sabemos, la música se capta a través del canal auditivo, se desenvuelve en la dimensión temporal y no puede ser percibida visualmente si no es por medio del empleo de la tecnología, mientras que la pintura discurre por el canal de la vista, siendo la espacialidad y la intemporalidad sus valores predominantes pero, ¿qué pasa con los colores que componen a esas pinturas y que nos provocan sentimientos que recorren nuestro cuerpo?
Kandinski definió a la sinestesia como un componente esencial del arte, su pensamiento trataba de unir tre elementos: sonido, color y sentimiento. Kandinski investigó profundamente las relaciones consonantes y disonantes entre color y música.
La relación entre sonido y color es un tema de gran complejidad y difícil estudio, debido a que se basa principalmente en los efectos espirituales que que pueden provocar en el espectador, pues cada persona posee un nivel sensorial distinto que se manifiesta de diferentes maneras de acuerdo a como asocia lo que ve, pues la belleza es la percepción de algo en su contexto adecuado.
En el caso de Kandinski, se basa en la relación de la percepción de los colores con la psicología, es decir, los colores de sus pinturas ejercen dos tipos de reacción: Física (la visualización de la belleza de los colores agrada y dura mientras existe el estímulo) y Psicológica (conmoción emocional y desarrollo de la sensibilidad).
Por lo tanto, para Kandinski los colores suenan de esta manera:
ROJO: fuerza, energía, impulso. Suena a trompetas acompañadas de tubas.
AMARILLO: excéntrico, agresión, agudo y penetrante como una trompeta tocada con toda la fuerza.
AZUL: concéntrico, introvertido. En su tonalidad más clara corresponde a la flauta, azul medio al violoncello y el oscuro al contrabajo.
VERDE: tranquilo, sin matices. Tonos tranquilos de violín.
NARANJA: campana llamando al ángelus, barítono potente, viola interpretando un largo.
VIOLETA: corno inglés. Gaita. Cuando es profundo es un fagot.
BLANCO: frío. Infinito. No-sonido. Pausa musical.
NEGRO: silencio eterno. Musicalmente una pausa completa y definitiva
El color es un medio para ejercer una influencia directa sobre el alma. El color es el teclado. El alma es el piano con muchas cuerdas. El artista es la mano que por esta o aquella tecla, hace vibrar adecuadamente el alma humana
Kandinski
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