La artista noruega Lene Kilda crea esculturas figurativas inspiradas en las emociones y personalidades de los niños. Kilda visualiza cada pose infantil con manos y pies esculpidos con cemento y fragmentos de ropa texturizada hecha de malla metálica coloreada.
Cada escultura representa un fuerte sentido del carácter, los niños curiosos se representan de pie sobre los dedos de los pies puntiagudos, mientras que los jóvenes tímidos y menos seguros se muestran con los pies colocados torpemente y los dedos doblados. A los niños más valientes y aventureros se les muestran posturas seguras, puños bien apretados, y a menudo se los coloca con accesorios de apoyo.
Las emociones, personalidad y postura es específica para cada niño, una pista clave para conocer la personalidad que los caracteriza. Saber si son tímidos, retraídos o juguetoneses una ventana hacia sus emociones.
Las piezas “incompletas” invitan al espectador a usar su imaginación para llenar los vacíos visuales y los contornos ilusorios, y tal vez profundizar en sus propios recuerdos de la infancia.
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