La creatividad y el talento no tienen límites, y si de zapatos se trata, Chris Francis es una figura representativa del arte del calzado. Diseñador vanguardista, experimental y extravagante que crea zapatos como piezas escultóricas de arte, mismas que escapan completamente del proceso normal de elaboración.

Chris Francis comenzó a interesarse en el calzado en 2010, cuando asistió a una fiesta de Louis Vuitton y conoció el trabajo de un zapatero. Además de que en el calzado vio la oportunidad de involucrarse para crear diseños personalizados, ya que en en Hollywood (lugar donde residía) los zapateros sólo se dedicaban a reparar los pares.

Francis fue autodidacta, aprendió poco a poco el proceso de elaboración. Se acercó a varios de los zapateros de la zona con los que resolvió sus dudas para que tiempo después realizara sus primeros zapatos desde su cocina.

Los primeros pares fueron para su prometida, pero después fue obteniendo clientes y elaboró zapatos profesionalmente para músicos de rock and roll. Rápidamente se dio a conocer y fue contratado por un artesano de Hollywood para hacer zapatos a celebridades.

Sus piezas las transforma en un núcleo único de arte, libre y progresista donde explora la forma y función de cada obra, por lo que la mayoría de estas no son hechas para ser un accesorio rentable en el mercado común, sino para ser esculturas de calzado portátiles, dignas de exhibición.

Chris Francis tiene sede en Los Ángeles, donde fabrica a mano sus obras en las que combina tradiciones mundiales con referencias a la alta moda, los movimientos artísticos del siglo XX y el punk rock.

Los materiales utilizados en cada una de sus piezas son impredecibles; pueden ser cobre, metal, madera, cerámica, corcho, cuero, plástico, tela y todo aquello con lo que pueda experimentar durante el proceso. De esta manera Chris Francis rompe las reglas del calzado para crear arte.

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