Agnès Varda fue y será siempre una de las figuras más emblemáticas del cine, ya sea como la gran precursora de la Nueva Ola francesa, como una gran documentalista, fotógrafa o artista plástica o, simplemente, como ícono del feminismo en esta industria.
Nacida en 1928 en Bruselas, Agnès Varda estudió Historia del Arte en la École du Louvre; posteriormente, se convirtió en fotógrafa del Teatro Nacional Popular de París. Su trabajo en este proyecto que acercaba el mundo del arte a la clase trabajadora fue fundamental para la cineasta, porque de él surge el interés social que caracteriza a su obra.
La abuela de la Nouvelle Vague
La Nouvelle Vague es una de las grandes revoluciones del cine, un movimiento que logró la renovación de la forma de mirar y hacer cine a finales de la década de los 50. Esta renovación fue impulsada por un grupo de jóvenes, en su mayoría críticos de la revista Cahiers du Cinéma.
Vardase adelantó a los más populares directores de este movimiento: François Truffaut y Jean-Luc Godard. Y se convirtió en la gran precursora de la Nueva Ola francesa sin importar que su formación en el cine era escasa.
“La Pointe Courte”, rodada en escenarios naturales del puerto de Sète, con la narración existencialista de una pareja. Esta obra ya posee la autenticidad y estética que representaría todas las demás obras de Varda.
Historias de ficción y lugares de realidad
La cineasta tenía un gran interés por los temas sociales, documentales como Black Panthers, que surge a raíz del arresto de uno de los fundadores del movimiento del mismo nombre, o Los espigadores y la espigadora en el que se denuncia el despilfarro ocasionado por el consumismo desenfrenado.
Sus intereses eran variados y sus obras no pueden clasificarse en un solo género. Descrita como experimental muchas veces, Varda mezclaba personajes ficticios con situaciones reales, utilizaba actores no profesionales, filmaba en locaciones y jugaba con una difusa línea entre la emotividad del drama y la objetividad de los documentales.
Su fuerte feminismo es notable en películas como Una canta, la otra no, Sin techo ni ley, Réponse de femmes. En la primera, lo representa a través de la lucha de dos amigas por la legalización de los anticonceptivos y el aborto. La segunda es considerada como su obra maestra, en ella presenta una desesperanzadora historia del réquiem de una fuerte mujer que al mismo tiempo es vagabunda. Mientras que la tercera es un panfleto fílmico que explora la respuesta de diversas mujeres sobre qué es ser mujer.
Legado y reconocimientos
Agnès Varda poseía un espíritu rebelde, irreverente y vivaz. Se distinguía con un característico peinado que lograba con la división de su cabellera en rojo y blanco. Se convirtió en la persona de mayor edad en ser nominada al Oscar en 2018. El almuerzo de los nominados a esa edición de los premios la recibió de una forma singular, a través de un cartón impreso a tamaño real de ella misma.
No hay nada de qué estar orgullosa, sino feliz. Feliz porque hacemos películas que amamos. Hacemos películas para que ustedes las amen.
mencionó en una entrevista telefónica en 2018.
En aquella edición, recibió un Oscar Honorífico por su trayectoria. Fue, también, la primera mujer en ser reconocida con la Palma de Honor del Festival de Cannes. Recibió, entre otros reconocimientos, recibió el León de Oro, dos premios César, uno al mejor cortometraje documental y otro a la mejor película documental.
No Comments