¡Vogue! La calle se convierte en un escenario. Las bocinas de potencia baja son ahora un amplificador que distribuye su sonido con elegancia y estruendo en cada una de las esquinas de una banqueta húmeda por la lluvia que recientemente cesa. Es tiempo de bailar y nada puede impedirlo.

El voguing nace como el auténtico arte de resistencia de las sexualidades disidentes. En medio de una censura que asesina a quienes se atreven a desafiar la “normalidad”, el baile es una manifestación de lo que se anhela a través de la emulación: un estilo de vida como el que presumen las portadas de revistas más cotizadas.

Y entonces nace una danza underground que a través de sus movimientos alardea un cuerpo tantas veces criminalizado, castigado y hasta satirizado. La voz es unánime: “si alguna vez se rieron de cómo luzco, de ahora en adelante todos me adorarán; porque es mi turno de vivir, y nadie me lo arrebatará, es momento de posar”.

Eran los años 30 del siglo 20, y la presencia del jazz representaba un atisbo de cambio. Los documentos indican que no fue hasta los años 80, en los barrios bajos de Nueva York, que el voguing creció exponencialmente. De las moradas más sencillas, hombres y mujeres salían a escondidas para encontrarse en centros nocturnos donde la música era el abrigo más cálido.

¿Quiénes son los representantes del voguing? Cuando se entiende que la pobreza no es responsabilidad de quienes la padecen, se hace comprensible por qué las minorías son pioneras en esta expresión. Se vive el voguing para intentar alcanzar lo que no se ha otorgado por falta de voluntades políticas veraces. Sus representantes son los entes silenciados.

Y por esto la danza muestra orgullo y un dejo de rabia. El voguing es resultado de una historia, es consecuencia del trato que ha recibido el cuerpo de los que se niegan a cumplir el status quo, es un performance que se asume como radical para contar la historia política del cuerpo disidente en una organización social que niega espacio a la diversidad.

Así, con una serie de reglas complejas que definen y construyen al voguing, diversas casas han surgido para competir entre sí y hacer presencia con un objetivo común: la visibilización. De ahí nace toda una estética que actualmente identifica a una serie de expresiones que unifican y rinden tributo a miles de personas que desde sus distintas trincheras luchan por el reconocimiento, respeto y práctica de los derechos humanos.

En este contexto, el Museo Universitario del Chopo presenta Elements of Vogue:un caso de estudio de performance radical, una exposición montada por primera vez en España, y que en México es pionera en mostrar esta expresión a través del talento de múltiples artistas plásticos, fotógrafos, cineastas…
Curada por Sabel Gavaldón y Manuel Segade, la muestra realiza un recorrido por la historia del voguing enmarcada en su contexto social, político y cultural; por ejemplo, la negación del Sida, la recriminación, el aislamiento y el abuso por parte de las autoridades.
Conoce todo lo que Elements of Vogue:un caso de estudio de performance radical ha preparado. Visítala a partir del 15 de noviembre de 2109 y hasta el 8 de marzo de 2020 en el Museo Universitario del Chopo.
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