Marianna Dellekamp presenta su instalación El sentido de lo habitado en el Museo Chopo, una reflexión sobre la memoria, los recuerdos y el valor que le otorgamos a los objetos por las historias o las personas que están detrás de ellos. Asimismo, la instalación es una muestra de arte colectivo, creada gracias a una convocatoria que la artista lanzó en redes sociales para encontrar objetos cuyas historias generarán un diálogo con la memoria.
En PICNIC tuvimos la oportunidad de entrevistar a esta talentosa y agradable artista, y esto es lo que nos compartió:
Marianna Dellekamp nació en la Ciudad de México, parte de su trabajo se nutre de las personas que habitan en ella y de la misma ciudad. Además, creció conociendo a pintores, dibujantes y otros artistas gracias al trabajo de su mamá en Bellas Artes. Durante su juventud, estudió diseño de modas y fotografía; aunque no se desempeña en ninguna de estas dos disciplinas, las utiliza como herramientas en su trabajo.
Redes sociales y arte colectivo
Hay mucha adrenalina en el momento en el que suelto las ideas, siempre me siento un poco como brincando al precipicio, a ver qué pasa, y siempre me sorprende mucho el alcance y que la gente me lea, se tome el tiempo de leer, de pensarlo y se tome el tiempo de participar»
Recientemente, se ha generado arte colectivo, “un poco como la idea o la premisa de dejar de lado al individuo y generar otro tipo de conversación con un grupo de gente” Para esto, Dellekamp utiliza las redes sociales, donde crea sus colectividades.
“Algo que tienen las redes sociales es que no hay un acercamiento predestinado… –comenta Marianna– es un poco la sensación de lo que sucede con las redes sociales y en donde a esta pelotita se le van sumando cosas que nunca te hubieras imaginado que se iban a sumar y entonces ahí es donde viene el reto; es muy interesante como artista, cómo una premisa que tu soltaste va cambiando y se va modificando o la puedes ir guiando, sin cambiar lo que se va sumando, sin afectar el contenido que los colaboradores van sumando.
La memoria como algo más que un proceso
“Hubo un momento en que me di cuenta que mucho del trabajo sin querer, sin tenerlo como muy calculado (mi trabajo) siempre tenía algo que tenía que ver con la memoria…
Sin embargo, el trabajo de Dellekamp, no se limita al mostrar la memoria como una capacidad intelectual, sino que reflexiona sobre la memoria física, sobre lo que pasa cuando un objeto ya no está en el lugar que le correspondía, sobre lo que queda en ese espacio; pero, lo más importante, sobre la ausencia de ese objeto y la memoria que deja.
De la mano de la memoria, llegó su interés por el coleccionismo
“No es lo mismo un lápiz, que un lápiz que guardo o que guarde 100 lápices. En cada uno de esos tres casos el contenido del lápiz es distinto… Muchas veces coleccionamos por lo que nos genera o guardamos porque nos recuerda, nos ayuda tener algo o alguien, porque es la forma de voltear siempre a ver y recuerda.“
El sentido de lo habitado
El nombre de la exposición surge de la interpretación de un texto que leyó Marianna Dellekamp. El texto hablaba sobre los espacios que se habitan y el sentido de estos.
Entonces dije, sí los objetos se habitan, los espacios, pero ¿cuál es ese sentido? Un mueble puede ser un mueble, en mi casa y seguramente en tu casa y en la de todos hay muebles que son muebles. Y hay muebles u objetos que tienen otro sentido totalmente distinto para nosotros.
Por otra parte, la convocatoria que lanzó para que las personas compartieran objetos con historias, tuvo una gran respuesta, y para la exposición final, la artista seleccionó aquellos objetos cuya historia representarán el diálogo con los recuerdos y los objetos que ella buscaba.
Algunos de los objetos que más impactaron a Marianna por su emotividad y por su historia son: una vitrina que representa el vestigio de un matrimonio después de un doloroso divorcio; una mesa que formó parte de tres generaciones, primero como parte de una pulquería, después, como mesa de una cocina y ahora como un escritorio. Finalmente, una puerta azul, única sobreviviente de una catástrofe y cuyo color no desapareció del mundo físico ni del de los recuerdos.
La puerta pertenecía a una casita en el estado de Morelos; la casa era muy bonita, estuve viendo fotos y era una casa muy bonita. Cuando vino el temblor, lo único que quedó en pie fue la puerta. Además, pertenece a un hombre que perdió la vista hace varios años; sin embargo, en las pláticas que tuve con él, me llamó la atención cómo en su memoria se seguía refiriendo a la puerta como la puerta azul.»
¿Qué parte de Marianna habita en El sentido de lo habitado?
Entre los objetos de la instalación, existe una pequeña biblioteca, regalada a unos hijos que no sabían muy bien qué hacer con ellas, pero que no pueden desprenderse de ella por su significado.
“Es la biblioteca de mi mamá, que nos regaló hace uno o dos años a mi hermano y a mí y no hemos sabido qué hacer con ella; pero al mismo tiempo es la memoria de mi mamá, que tiene 6 años diagnosticada con Alzheimer. Entonces siguen siendo las ideas de mi mamá, todo lo que le nutría, y también es una presencia de todo lo que ya no tiene.”
El sentido de lo habitado de Marianna Dellekamp se presentará en el Museo Universitario del Chopo a partir del 20 de septiembre del 2019.
Por Brenda Aguilar y Arely Lo.
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